El crudo relato de otra adolescente que denunció a “Sor Marina”, la monja presa por abuso de menores
El martes por la mañana, la jueza de garantías Andrea Mentasty denegó el pedido de excarcelación formulado por la defensa de la monja María Telles Fajardo, más conocida como “Sor Marina”, acusada de abusar de una menor de edad a su cargo bajo una medida de abrigo de un Juzgado de Familia sanisidrense. Los ataques, que ocurrieron en 2020, con otros incidentes registrados en 2021, ocurrieron en el hogar de las Hermanas Trinitarias, la orden a la que pertenece.
La decisión llega luego de una meticulosa investigación del fiscal Marcelo Fuenzalida que logró que la menor declarara en una cámara Gesell altamente incriminatoria donde señaló a la religiosa colombiana por tocamientos vaginales e incluso nalgadas, además de espiarla mientras se duchaba. La defensa relativizó el planteo, asegurando que no podría haberla espiado nunca por la ventana del baño, con un vidrio esmerilado. También, cuestionaron el rol institucional de la monja misma, a cargo de la cocina del hogar. Fue en la cocina donde ocurrieron los supuestos abusos, de acuerdo a la cámara Gesell.
Ayer miércoles, un día después, la situación se complicó aún más para Telles Fajardo. Una ex pupila de las Hermanas Trinitarias, hoy mayor de edad, que vivió bajo medidas de abrigo judiciales en el hogar desde sus 12 hasta 18 años, 2015 hasta 2021, declaró contra la monja frente al fiscal Fuenzalida. Ella, aseguró bajo juramento, aseguró haber sido abusada por “Sor Marina”.
La propia víctima autorizó a que su testimonio se conozca, para motivar a otras víctimas a que declaren y rompan su silencio. Lo que relató es aberrante. Infobae accedió a su relato completo. Ocurrió en la cocina del hogar, de la que la monja estaba a cargo.Telles Fajardo junto a otras religiosas de la orden.
“Mi estadía transcurrió normal en el Hogar hasta la llegada de Sor Marina -no puedo precisar en qué año fue- pero apenas ingresó ella -tendría yo 14 años- me pasó que en una oportunidad de ir a la cocina a la noche a ayudar a preparar las cosas para el desayuno del día siguiente, estaba acomodando las galletitas y el azúcar y en ese momento se me acercó Sor Marina de costado y me rozó la cola con su mano -sobre mi ropa- yo pensé ‘bueno se le fue la mano, habrá sido sin querer’, y seguí trabajando pero al rato lo volvió a hacer pero con mas presión, tocándome la cola y además la vagina, y ahí me di cuenta que fue algo intencional, inmediatamente dejé de hacer lo que estaba haciendo y me fui rápidamente de la cocina, no le dije nada por que mucho no la conocía, me dio temor y entonces directamente me fui”, aseguró. La joven se negó a ir a la cocina tras este hecho.
Lejos de desistir, la monja fue por más.
“Después al tiempo volví a colaborar. En otra oportunidad que estaba ayudando -mas precisamente en la despensa de la cocina- estaba acomodando unas cajas. Sor Marina, que estaba en la cocina, vino a indicarme donde poner las cajas abajo de una repisa. Ahí me incliné para agarrar una caja y ella desde atrás me pasó la mano por la vagina siguiendo por la cola -sobre mi pantalón- y tampoco le puede decir nada en esa oportunidad. Me fui de la cocina. Después de esos episodios me negué a ir a la cocina definitivamente”, continuó.
Tras este último episodio, la monja comenzó a maltratarla, a mirarla mal cuando se la cruzaba.
El comunicado de la fiscalía del caso para que otras víctimas de la monja y de abusos en el hogar se presenten a declarar.