El órgano de Asuntos Constitucionales de la Cámara de Senadores emitió dictamen para el proyecto de Boleta Única y pasará al recinto el próximo martes 8 de marzo. Tras varias sesiones y controversias por los aspectos técnicos de la norma, el oficialismo decidió avanzar sin oír las objeciones más relevantes que le hicieron desde adentro y afuera de su propio espacio.
Es que desde el peronismo al Pro hubo voces en contra de que un casillero que permita votar la nómina completa de candidatos encabece al nuevo instrumento. Los referentes de esos partidos sostuvieron desde un principio que, con esta fórmula, se está promocionando un sistema de «lista sábana encubierta» y que finalmente no lograba destacar la esencia de una elección más transparente, que es el punto pretendido por la política mendocina de forma unánime, al menos según aseguran en cada uno de los frentes.
Más allá de eso, el acuerdo fue imposible. De hecho, en la última sesión de este miércoles, desde el PJ plantearon que esa posibilidad no fuera removida pero sí cambiada de lugar: que el famoso cuadrado donde iría la «X» pasara al final del papel (debajo de todos los candidatos) en lugar de estar al principio. Sin embargo, tampoco fue aceptada esa propuesta y el texto quedó sin mayores cambios respecto al que se trató en semanas anteriores.
Tampoco se modificaron los artículos que sólo permiten dos colectoras por cada frente político (una idea propuesta por el senador Juan Carlos Jaliff); ni los que refieren a que sólo se utilice esta modalidad cuando se desdoblen las elecciones con la Nación. Estos aspectos son los que más criticaron los legisladores alineados a Omar De Marchi; y que fueron expuestos durante varias reuniones por el miembro que tienen en esta comisión, Rolando Baldasso.
Los cambios que vienen
Una de las novedades que ofrece el proyecto es que no habrá más celulares a la hora de votar, pero no será necesario que los retengan las autoridades de mesa, como se planteó en un principio, sino que cada votante será vigilado para que no haga uso de ese ni ningún otro dispositivo digital que pueda prestarse a actividades de fraude.
Eso es porque ya no sería necesario un cuarto oscuro (al menos para la boleta única; si para sufragar categorías nacionales, que se mantendrán con listas partidarias separadas). El nuevo sistema prevé un mecanismo de tabiques que van a separar a cada elector y garantizar que su preferencia siga siendo secreta, pero ya sin la demanda imperiosa de que esté sólo en una habitación.
Si bien fue aceptado, este aspecto aún no termina de reglamentarse y especificarse. Eso dependerá de la Justicia Electoral, organismo que también será encargado de disponer la capacitación de la ciudadanía acerca de estas nuevas formas de ir a las urnas. Sobre todo, teniendo en cuenta que será la primera vez que Mendoza emita sus votos de esta forma y se espera algún grado de confusión e incluso errores a la hora manipular la boleta. De esto se ocupa el artículo 22 del texto que pretende sancionar el oficialismo.
De esta manera, la propuesta de Gobierno sorteó su primer gran obstáculo legislativo y se encamina a obtener la media sanción en la Cámara Alta en el arranque de la próxima semana. A pesar de las largas instancias de debate que precedieron a esa discusión, no hubo cambios en los puntos fundamentales de los que más se quejaban en la bancada opositora.