Omar De Marchi participó junto a otros legisladores de la oposición de un encuentro con la Mesa de Enlace, en el que se analizaron los pasos a seguir luego de que un decreto presidencial aumentara las retenciones al trigo y el aceite de soja del 31% al 33%. Ante eso, el mendocino marcó que siempre «estará del lado de los que producen».
«Argentina necesita gente que trabaje y genere empleo y no revolucionarios de café«, disparó el exintendente de Luján de Cuyo tras el cónclave en el Congreso de la Nación.
Y analizó: «El Gobierno quiere que el ‘campo’ pague y se haga cargo de sus despilfarros (…) Las contradicciones son a este punto intolerables. Sostener que Argentina debe exportar más para resolver su problema de divisas y paralelamente cerrar las exportaciones de harina y aceite de soja delata que hay dos gobiernos en uno«.
Un contexto difícil
Además del aumento de las retenciones anunciado el sábado, a mediados de marzo se supo que la administración de Alberto Fernández había decidido cerrar hasta nuevo aviso el registro de ventas al exterior de harina y aceites de soja. Todo esto frente a un alza meteórica en los precios internacionales de los alimentos.
Además, el Presidente anunció la creación de un Fondo Estabilizador de Trigo, cuyo financiamiento saldrá justamente de las erogaciones que realizan los agroexportadores y que tendrá como objetivo “estabilizar el costo de la tonelada de este cereal” con el que se produce, entre otras cosas, el pan.
«La pelea de fondo entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner se derrama en todas las acciones del Gobierno”, interpretó De Marchi. “El gobierno debe entender que la única manera de bajar precios es que haya más ofertas de bienes y servicios y para que esto suceda debe haber más inversiones”, agregó.
Reacción a la suba de retenciones
Ante las medidas de Nación, la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias (CEEA) inició este miércoles una serie de reuniones de carácter político para impedir que se sigan incrementando los impuestos al sector agroexportador, uno de los más dinámicos de la Argentina.
Los legisladores de la oposición durante el cónclave con la Mesa de Enlace.
Además de dialogar con legisladores de Juntos por el Cambio, los miembros de la Mesa de enlace se entrevistaron con los bloques La Libertad Avanza, Avanza Libertad y Federal.
Después de las conversaciones, JxC informó que armará «una mesa de trabajo conjunto» y que «dará una batalla legislativa» para que el decreto presidencial sea anulado y, en todo caso, para que la decisión por las retenciones pase por el Congreso.
Mientras, continúa el incremento en los precios de las commodities, fruto del conflicto entre Rusia por un lado y Ucrania y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) por otro.
De acuerdo con JP Morgan, los dos países que protagonizan esa guerra representan el 29% de las exportaciones globales de trigo y 19% de las exportaciones de maíz. Su retiro del mercado puede tener consecuencias muy sensibles para las sociedades en desarrollo.
Un contrapunto ideológico
De seguir la curva internacional, el alza de los alimentos implicaría que en Argentina -donde el nivel de pobreza alcanzaba al 40,6% de la población en 2021- la canasta básica escale todavía más.
En ese contexto, Nación salió con un paquete de medidas que el ala más dura del kirchnerismo calificó de «demasiado moderado»; en tanto que para la oposición fue un giro intervencionista que tendrá efectos contraproducentes.
Por su parte, De Marchi –al igual que otras figuras de la arista más liberal de JxC– defiende la idea de «dejar que las empresas inviertan» bajando drásticamente impuestos y restricciones, para «generar más producción». Desde su perspectiva, este aumento en la actividad redundaría en más trabajo y beneficios para los argentinos.
En otras comarcas del arco ideológico, en cambio, opinan que de no controlar el precio de los alimentos a nivel local se producirá un descalabro, por más que suban las exportaciones y las ventas al exterior alcancen cifras récord. Afirman que, si nada lo impide, las empresas agropecuarias venderán en plazas domésticas según la cotización internacional y entonces comprará «el que pueda».